No me importa el zapato que acentúa el suelo,
no me importa la indentidad que grita existencia,
no me importa el vacío del no pertenecer,
no me importa el ego extranjero,
en este caos me revuelvo
no me importa la (in)comunicación,
no me importa tu utopía viajante,
no me importa tu cuadro de fútbol,
mucho menos tu política pensante,
en mi ignorancia sobrevivo
no me importan los afectos,
no me importan los defectos,
no me -importan- nada los de afuera
y en mi cancha solo juego
no me importa tu destino,
no me importa ir a contramano,
no me importan las ovejas negras,
no soy parte del rebaño
no me importa ninguna de tus carencias,
no me importan tus mentiras,
no me roza la realidad externa
y ese tu fuego no incendia mi recuerdo
no me importa sí mi ojo te juzga,
sí mi nariz te rechaza,
sí mi ira te ataca,
sí mi cuerpo te esquiva
y sí el final no rinde una gran novela.