Muñequita de hojalata,
Te volviste más inanimada últimamente, ¿por qué será?
Quizás el encarcelamiento te este comenzando a afectar…
Muñequita de hojalata,
¿Será que te estás comenzando a oxidar?
¿Te servirá de consuelo saber que de este mundo perecedero,
Todos un día desapareceremos? Niña tonta, no temas al respecto.
Muñequita de hojalata,
Soy un cuervo… un cuervo vulgar, trajeado de príncipe
Que sabe recitar poesías vacías para saciar tu hambre y sed,
Y que encuentra en la tortura su mayor placer.
Muñequita de hojalata,
Te presento mí lúgubre morada…
Aquí es dónde me llevaré lo que resta de tu energía y alma,
Desconociendo la intensidad de tu angustia y el sentimiento de culpa.
Muñequita de hojalata,
¿Percibís el hueco que hay en mi mirada?
Ahí es donde se esconde mi verdad, en ese pozo húmedo y oscuro.
Para evitar temblar y hacerme enojar, desviá el objeto de tu mirar.
Muñequita de hojalata,
Tu beso tiene gusto a muerte, ¿sabías?
¡Presumo que es ese el motivo de mi nerviosa excitación contigo!
Muñequita de hojalata, semiviva,
Tu piel pálida me incita al pecado, una vez más.
Objeto que pide un dueño, objeto que deseo, que mueve mi deseo…
Muñequita de hojalata, hoy tengo ganas de jugar...
Muñequita de hojalata, hoy te voy a obligar a jugar...
Camila Pérez .
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