Caigo en la cadencia de una melodía cualquiera, hasta percibir mi desinterés de estar parada donde estoy.
Las olas suavizan mi descontrol y yo que quise matarlo, descubro que perdí mi dinero, mi alimento y mi tiempo en el intento de matar lo que me mantiene mal o bien, viva.
Recuerdo y extraño aquel cuarto sin ventana que no era cuarto, extraño aquella pintura descascarillada en la pared blanca, que era capaz de entender aquel grito que nunca fue gritado como debería haberlo sido. Pared que entendía mi vacío porque ella también estaba vacía.
Esta playa, esta gente, esta luz opaca que entra por la ventana de mi nuevo “hogar”, despiertan el descontrol que por un tiempo durmió o me hizo creer que dormía y reprimen aún más el grito escondido, el grito cagón.
Este no es el cálido hogar con el que soñé, y aquel "hogar" que extraño, tampoco era el cálido hogar con el que ya no quiero soñar pero sueño, también lo odié. Me siento feliz por seguir odiandolo con la misma intensidad que me siento culpable por ello, y las razones del porqué sentir este entrevero... esas solo yo las sé y prefiero callarlas, intentar olvidarlas.
¿Será que mi verdadero hogar me espera en la otra esquina, o en el otro barrio, o en el otro país; o en el otro continente, o en el otro lado del otro lado que no se donde es, y mucho menos como llegar a el? Espero sin esperar, algún día encontrarlo.
Tengo la sensación de haber nacido para vagar en utopías y creer que merezco vivirlas, otras veces creo que deambular sin destino, es mi destino y que la peor parte después de todo, no la cargo yo. Aún soy capaz de “volar” a otros nidos, ja-ja.
Todo en mi esta más confundido y perdido entre sí y de sí que antes. Los objetos pierden lo que les restaba de definición y forma. Las ideas en mi cabeza están más dispersas y no dejan de dispersarse, siempre les queda un poco más de espacio para desencontrarse. Perderse es fácil, reencontrarse es casi imposible y aburrido, concluyo.
Si pudiera en este momento, describir grafica y correctamente lo que soy y siento, lo describiría, aunque probablemente sería mejor no hacerlo. Quizás mi impotencia para describir lo que no estoy segura de querer describir, es el pretexto que utilizo por el temor de descubrir que si puedo describirlo, y el resultado no sea de mi agrado ¿Cuán degradante y doloroso podría ser?
Siempre me obligué a escuchar como hablaban y hablan a mí alrededor de mi relación de amor-odio con todo y con todos, sin notar mi presencia ¿o fingiendo no notarla? Yo hablo del relativismo como respuesta a esas connotaciones sabiendo que ni a mi misma, esa respuesta convence más, sí es que algún día convenció.
Después de todo este mareo de pensamientos frecuentes, siempre opté por continuar viviendo, sin saber para qué, porqué, ni para quién. Con rabia, con desesperación, con yo que se lo qué, reconozco que soy ese "algo" que desconoce lo que es. Y esperando sin esperar, voy a continuar esperando algo que yo que sé lo que es.
Llega la noche, hora de volver a “casa”, dormir y de casi mala gana, esperar sin esperar el mañana, probablemente tan incongruente, inconcluso y algo más que no logro adjetivizar, como el hoy que en breve será ayer y el ayer que en breve será mañana.
Camila Pérez .
muy bueno me encantó este poema!!! seguí adelante, fuerzassssssssssss!!! tqmmmmmm
ResponderEliminarMuchas graciaaaaaaas ! este lo comencé en mi diario y después lo pase a la compu, habla bastante de como esta siendo este año para mi : ) Y voy a seguir para adelante siii ! y vos tambien eeeeeh ! besos buena muchachaaaa ! tqmuchoooooooooooooooooooo
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