viernes, 11 de junio de 2010

El discurso ;

-Los fanáticos buscan definiciones de diccionario que establezcan conceptos “claros” (es decir, superficiales) que sean a su vez, multiuso, abarcando numerosas situaciones, y descartando por supuesto, la real complejidad escondia con descaro bajo el tapete.
La relatividad dentro de estos conceptos dogmáticos, debe ser instantaneamente suprimida, para que de esta forma, la dirección a la cual apunte determinada definición, sea exclusiva y específica (omitiendo de esta manera la existencia de otras posibles direcciones que pongan en peligro la credibilidad de esta verdad indiscutible, sustentada en arena y ego).
Este diccionario, donde se hallan definiciones de todo tipo, que encasillan y ordenan con falsa propiedad, esta compuesto en un primer plano por la vía escrita, donde se reglamenta toda una “ideología” que genera adeptos en una generación actual, (y quién sabe hasta, en una generación futura, dependiendo, esto es claro, de su grado de mutilación o fragmentación en el transcurrir del tiempo).
La redacción del texto, esta en manos de los pocos mentores del nuevo régimen, impulsados por intereses propios, que quizás en algún momento juzgaron generales y se perdeieron en la propia generalidad. El carisma y una no menor inteligencia, son la herramienta eficaz que difunde el disparate acertado en cuestión, en formato biblia.
Por otra parte, no se le debe restar importancia a la vía oral que compone el conjunto, por la cual se simplifica aún más la “verdad”, que tiene como fin expropiar con mayor rapidez el inconsciente de aquellos que buscan sin saber, ser dominados o guiados, ya que no poseen por sí mismos la capacidad de hacerlo (o se limitan a creer que no la poseen) hallándose en la condición de huérfano que aguarda por su adopción, o perro callejero aguardando pasivamente ser domesticado.
La conquista en el caso de ser concretada, culmina provocando que la habilidad de “razonar”, propia de todo ser humano, este preestablecida y programada.
Sin embargo, debemos tener presente que todo éxito es parcial, y que siempre existirá el rebelde dispuesto a derrocar un ordenamiento para la creación de otro, y así lo logre en efecto, ya que de eso se trata la “evolución”, que ha adquirido carácter de involución. -Concluía el rebelde agotando la primera vía.

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